tindouf

En la Hamada, el desierto del desierto, todavía queda sitio para la belleza.

chefchaouen

Piedras como migas de pan duro.

mulhacén

3.478 metros de altitud, descansan en el brazo del sofá.

a destiempo

Piedras que viajan a través del tiempo.

volcán croscat

Si te preguntara, ¿qué le responderías a una piedra que ha salido de lo más profundo de la tierra?

volcán santa margarida

Si pudieras, ¿qué le preguntarías a una piedra que ha salido de lo más profundo de la tierra?

berlín

Siempre me interesaron más las aceras que los muros.

moncayo [2]

Piedras primitivas, básicas, como nuestra respiración.

moncayo [1]

Piedras heladas, cortadas, como mi respiración.

salamanca

La ciudad amarilla cosecha piedras amarillas.

rodalquilar

La primera vez que nos vimos me llevó a una mina abandonada. Como si lo supiera todo de mí.

tierra adentro

Donde no hay mapas, sólo tesoros.

lago morloch

Los lagos también tienen orilla. Y algunos hasta olas.

el chorro

Un pantano con árboles ahogados en todas sus orillas.

matosiños

Nada ni nadie, esas piedras exquisitamente pulidas y yo.

maro

Después de bañarme, después de quemarme la piel, subo la cuesta y miro hacia la playa para comprobar que no la he soñado.

tarifa [2]

Esta piedra le hará invencible, pensé. Por eso se la meteré en el bolsillo cuando no mire.

tarifa [1]

Desde el Hotel Hurricane, el rayo verde. Sólo si no hay nubes.

la casería

Una playa escondida tras el Bar Bartolo, desde 1934. Lugar privilegiado.

la caleta

Cádiz ostionera y de plata. Hoy de oro.

los álamos

La única playa donde las piedras van del rosa al amarillo.

astilleros nereo

Lo que queda, veinte metros cuadrados de piedras rayadas para tomar el sol.

orillas

A cada orilla, su piedra.

japón

Siempre pensé que mi piedra de Japón sería blanca.

el hierro

Donde se puede escuchar el eje oxidado de la tierra.

formentera

A pie o en bicicleta. Hasta el fin del mundo.

tenerife

la palma [3]

A veces la Caldera de Taburiente se llena de nubes. Ocho kilómetros de diámetro donde hundir los ojos.

la palma [2]

El volcán Teneguía entró en erupción por última vez el 26 de octubre de 1971. Si pudiera, le preguntaría cómo se vive en el centro de la tierra.

la palma [1]

La playa de Fuencaliente y su faro. Pero sobre todo sus piedras, guiándome.

islandia

Isla grande, piedra pequeña.

menorca

Si me pierdo, buscadme allí. O, mejor, no me busquéis.

lanzarote

Y el mar puliendo la lava con paciencia, sin ceremonias.

islas

¿Todas las piedras son islas o todas las islas son piedras?

heridas causadas por tres rinocerontes

"Voy a escribir. Pensando que estos días se convertirán en fósil que guardaré en una pequeña caja. Para mirarlo alguna vez. Como quien mira un erizo muerto, sin tocarlo", dice Fernando Sanmartín. Hay palabras que nos hieren porque no son nuestras, porque querríamos haberlas escrito nosotros.

la inmovilidad del perseguido

"Y quedarse en silencio, como queriendo retroceder", dice Chivite. No son las piedras ni los días. Es la velocidad lo que nos hiere. Por eso es mejor quedarse muy quieto, para que nadie resulte herido.

dolor

Ninguna piedra podría hacerme daño. Las piedras no duelen. El dolor no es eso.

piedras en el agua

"Estos ojos cansados que no entienden por qué se hunden las piedras en el agua", dice mi amigo Tesán. Y yo le preguntaría, ¿y entiendes que nosotros, después de tanto tiempo, sigamos a flote?

norte

Tuve que ir al norte para ver de cerca la casa donde se rodó "El sur".

yo he de amar una piedra

¿Amará esta piedra la arena que la pulió?

henüz vakít varken gülüm

Si como dice el poeta "las historias de los hombres son más hermosas que los hombres", las piedras del mar negro son más hermosas que el mar negro.

memorias

Balthus dice que basta con mirar, observar y entrar. También que hay que volver a la lentitud de Giotto. ¿Hay algo más lento que una piedra?

piedra negra o del temblar

Encaja perfectamente en la mano y cuando cae suena a metal, dijo Joan al dármela. Desde entonces encajamos cada vez que lo abrazo, y no nos dejamos caer.

poemas de amor a una piedra

Cuando círculos y espirales son una misma cosa.

libros

Hay libros que nunca serán ladrillos por mucho que lo intenten.

dani perea-milla

"Dani te manda esta foto de una piedra que encontro en Almeria, para tu blog. El cuento es de un dinosaurio que sabe hacer rosquillas muy buenas. Besos de dani y sus topos."

josé luis gallero

"La encontró Mireia Sentís en una playa de Haití el año 1993. El día anterior había estado fotografiando esos maravillosos corazones confeccionados con latas recicladas que los lugareños destinan a las coronas funerarias que llenan de colores los cementerios de Haití."

loli pérez [2]

"Las encontré en la orilla un día de resaca. Las vi tan desperdigadas y solitarias que las traje conmigo. Tenemos lectura atrasada."

loli pérez [1]

"Mirar al infinito es meterse en honduras. Medir un trozo de ese infinito con las vueltas del día, es admitir que el infinito es siempre incomparable. Hay pocas suertes capaces de salvarnos de ese y otros abismos, y una de esas suertes es el amor. (Es un fragmento del libro, pgna. 192)."

carlos perea-milla

"Una piedra del parque de Greenwich, Londres, al lado del observatorio, lugar exacto por donde pasa el meridiano cero."

esther quiñones

"Discreta como la yema de un dedo. De colores silenciosos entre el gentío de piedras. Así la escuché. Con una nitidez de alta definición digital. De los treinta y seis grados del suelo a la humedad de mis manos. Y de nuevo al sol, pero distinta. Escogida, primada, elevada, protegida. Segura de no volver adonde no tiene nombre propio, adonde es piedra entre piedras. Allí donde todas pueden ser pisadas con la misma consistencia, tocadas con el mismísimo pudor. Confundidas, suplantadas, golpeadas contra la tierra. Pero ella ya no. Porque mi mochila ya es suya."

begoña paz [2]

"Collina onte, na praia das Lapas, ao pé da Torre. Fea, rugosa, pesada, xusto do tamaño da miña palma. Co oco exacto para o polgar. Sería tan doado pechar os dedos ao seu redor, botar o brazo para atrás, guindala con ira, con xenreira, con dor. Gústame sentir o seu peso, a súa forza. Saber que con ela podería esnaquizalo todo. Calquera cousa, calquera el. Saber que nunca o farei. O doado é mancar."

begoña paz [1]

"Praia das catedrais, 28 de marzo de 2010. Non son fermosas. Elixinas polas súas arestas, polas fendas entre as laxes. Feridas, rotas. Posando para a foto, lémbranme un barco a buscar refuxio nun peirao escuro. Coma min, antes do naufraxio. Xa non preciso refuxiarme, agocharme en ninguén. Tres meses despois."

juan pardo vidal [2]

"Sinceramente, prefiero ir al faro de Mesa Roldán que a la playa de los Muertos, pero como ésta coge de camino y es una playa tan mediática, pues he cedido, soy un hombre fácil, lo reconozco. Ambos (faro y playa) están cerca de El Pueblecico. Por aquí la gente no pronuncia el nombre de esta comarca porque da mala suerte y usan ese eufemismo. Gente amable, buen sitio para comer, pero mal sitio para pronunciar. Lo escribiré sin decirlo: "Carboneras". Parece ser que la confluencia de fuertes corrientes convirtió a esta costa en una zona tan peligrosa como buen lugar de pesca. Por su situación geográfica la corriente empujaba a los cadáveres de los naufragios hacia la playa de los Muertos, de ahí su nombre. Por cierto, recientemente votada como una de las mejores playas de la península. No sé si es una historia bonita o fea, sólo sé que es verdad. Hoy he ido a la playa de los Muertos y he reparado, mientras paseaba por la arena, (nadie en su sano juicio se baña en sus aguas cuando el mar está bravo) en que era fácil encontrar piedras hermosas. Había demasiadas. Es imposible que hubiera tal concentración de piedras hermosas. No voy a caer en la ñoñería de decir que son las almas de los marineros ni cualquier otra pamplinada romántica, sólo digo que es sorprendente que el salvaje batir de las olas, sumado a los vestigios de un pasado volcánico, hayan conformado tan hermoso paisaje capaz de domesticar a la tabla periódica. A las pruebas de unos minutos me remito."

juan pardo vidal [1]

"No sé cómo se llama esta piedra, no nos presentaron, tampoco necesito saber su nombre porque nunca la he llamado (no tengo su móvil). Nuestra relación se ha basado sólo en el deseo, en el breve encuentro, yo la chupo y ella también sabe salada. Siento placer al cogerla,a ella le pone que haga el ademán de lanzarla contra el cristal de la ventana, le gustan los chicos malos, y a mí poco me cuesta dármelas de intifada poética. Sé que fue ella quien me encontró a mí, y no al revés, sé que vive junto a La casa encendida en la estantería de la derecha, que ha escrito junto a mí varias novelas, libros de relatos y poemas, que ha leído a Luis Rosales tantas veces como yo, que sabe tanto de mí como yo mismo, o sea nada, pero desde hace algún tiempo sé que tengo que deshacerme de ella (o ponerle un nombre como Cari o Chati). Y en esa duda estoy Isabel, en esa duda."